No quiero hacer un llamamiento al Apocalipsis Final, pero esto es verdad... La edición en DVD de las dos primeras temporadas de Barrio Sésamo tienen dos rombos. Los vídeos acaban de editarse en Estados Unidos con una advertencia:
"El contenido es para mayores y podría no ser apto para los niños de preescolar de hoy".
Bien, lo primero, ¿a qué adultos piensan vender una serie infantil de unos peluches de colores que enseñan cosas de preescolar?
Bueno pero lo más importante, o alarmante es,
¿cuáles pueden ser los motivos para que censuren a Barrio Sésamo?
Pues bien, el primer ataque de la censura está destinado a Triqui, o el Monstruo de las Galletas. Resulta que le van a poner los ojos fijos porque está fomentando la drogadicción en los niños.También en un capítulo aparece sentado en un butacón hablando de cultura con una pipa en la mano que, al final de la escena, se la come.
"Es un modelo de comportamiento equivocado", explican porque podría animar a los niños a fumar y a comerse las pipas. Además, la versión modernizada de Triqui no come galletas, sino que devora zanahorias, ya que estaba promoviendo el consumo de bollería industrial.
También se ha puesto en el punto de mira varias críticas que ha recibido la serie a través de Internet. Así, se tacha a Epi y Blas como homosexuales y, por tanto,
'un mal ejemplo para los niños' o a la Gallina Caponata de estar bajo los efectos de algún alucinógeno,o que Blas fuera un cascarrabias, o que Óscar fuera un cínico algo depresivo, además de revolver en las basuras. Además se ha apuntado un capítulo en el que aparece un hombre que invitaba a una niña a su casa para comer leche y galletas como un modelo de pederastia.
Vale, los problemas del mundo siguen existiendo, pero al menos ahora sabemos que la culpa de todo... la tiene Barrio Sésamo! Que lo obesidad no es culpa de las desproporcionadas campañas publicitarias de productos asquerosos que acosan a los niños, sino que ¡la culpa es de Triqui!, que en realidad los productores de Barrio Sésamo estaban pactados con las mafias para promover el consumo de drogas a través del Monstruo de las Galletas y la Gallina Caponata.
Desde luego, que ciegos estamos.....
