100 visitas en una semana que lleva puesto el contador !
Muchas gracias a todos los que sois parte de esas 100 visitas. Al principio creia que no pero se ve que empieza a funcionar.
No dejéis de pasaros por aquí !


http://www.goear.com/listen.php?v=840a53a
Lo primero que he de decir sobre este film es que, a pesar de la extrema lentitud y parsimonia con la que transcurre y del casi nulo número de cosas “interesantes” que ocurren, no me aburrí en ningún momento de la proyección, y es que a Gus Van Sant no se le puede negar su talento para crear momentos poderosos aunando imagen y sonido: por ejemplo, el larguísimo plano en el que la cámara enfoca la habitación donde el protagonista ensaya mientras oímos una extraña pieza musical me dejó totalmente hipnotizado, con los ojos pegados a la pantalla durante minutos y minutos, y conseguir ese efecto sobre el espectador tiene mucho mérito. El problema de Last Days es que, para mi, se queda en una experiencia sensorial curiosa (y por momentos, como acabo de decir, realmente poderosa) pero no veo nada detrás de sus imágenes. Es decir, no entiendo lo que me quiere contar, no entiendo al protagonista y por lo tanto no empatizo con él, como se puede desprender del tono irónico que he usado al resumir el argumento: lo único que veo es a un pobre hombre drogado que va de aquí para allá sin rumbo fijo hasta encontrar la salida en el suicidio, y aparte de eso poca cosa. Quizás alguna débil comparación entre el protagonista y Jesucristo, como uno puede imaginarse a partir de la conversación con los dos gemelos mormones y del (para mí, bastante ridículo) plano en el que el alma de Blake sale de su cuerpo y sube hacia arriba. Estoy seguro de que el film ya tiene muchos admiradores que harán complejas interpretaciones sobre qué significa, pero para mí es todo tan etéreo, tan abstracto, que me es muy difícil conectar con ello, a diferencia de lo que pasaba en Elephant, film que tiene el mismo tono ambiguo y poético de Last Days, pero que es mucho más comprensible para el espectador gracias, primero, a que los personajes son más cotidianos y cercanos de lo que una estrella atormentada a lo Kurt Cobain pueda serlo, y segundo, gracias a la fantástica perspectiva múltiple con la que podíamos hacernos una idea muy amplia de lo que ocurría, no como en Last Days, donde la historia se centra en unos personajes tan lacónicos y misteriosos que al final el film resulta una experiencia más críptica que otra cosa.

Debido a la maravillosa organización del servidor, escribo esto habiendo pasado la mitad del festival, pero bueno. Proximamente escribiré aquí, en exclusiva, acerca de lo sucedido en el dia 29, que es para el que tengo entrada (¡¡Metallica!!).
Hasta entonces.


http://www.goear.com/listen.php?v=840a53a
Lo primero que he de decir sobre este film es que, a pesar de la extrema lentitud y parsimonia con la que transcurre y del casi nulo número de cosas “interesantes” que ocurren, no me aburrí en ningún momento de la proyección, y es que a Gus Van Sant no se le puede negar su talento para crear momentos poderosos aunando imagen y sonido: por ejemplo, el larguísimo plano en el que la cámara enfoca la habitación donde el protagonista ensaya mientras oímos una extraña pieza musical me dejó totalmente hipnotizado, con los ojos pegados a la pantalla durante minutos y minutos, y conseguir ese efecto sobre el espectador tiene mucho mérito. El problema de Last Days es que, para mi, se queda en una experiencia sensorial curiosa (y por momentos, como acabo de decir, realmente poderosa) pero no veo nada detrás de sus imágenes. Es decir, no entiendo lo que me quiere contar, no entiendo al protagonista y por lo tanto no empatizo con él, como se puede desprender del tono irónico que he usado al resumir el argumento: lo único que veo es a un pobre hombre drogado que va de aquí para allá sin rumbo fijo hasta encontrar la salida en el suicidio, y aparte de eso poca cosa. Quizás alguna débil comparación entre el protagonista y Jesucristo, como uno puede imaginarse a partir de la conversación con los dos gemelos mormones y del (para mí, bastante ridículo) plano en el que el alma de Blake sale de su cuerpo y sube hacia arriba. Estoy seguro de que el film ya tiene muchos admiradores que harán complejas interpretaciones sobre qué significa, pero para mí es todo tan etéreo, tan abstracto, que me es muy difícil conectar con ello, a diferencia de lo que pasaba en Elephant, film que tiene el mismo tono ambiguo y poético de Last Days, pero que es mucho más comprensible para el espectador gracias, primero, a que los personajes son más cotidianos y cercanos de lo que una estrella atormentada a lo Kurt Cobain pueda serlo, y segundo, gracias a la fantástica perspectiva múltiple con la que podíamos hacernos una idea muy amplia de lo que ocurría, no como en Last Days, donde la historia se centra en unos personajes tan lacónicos y misteriosos que al final el film resulta una experiencia más críptica que otra cosa.

Debido a la maravillosa organización del servidor, escribo esto habiendo pasado la mitad del festival, pero bueno. Proximamente escribiré aquí, en exclusiva, acerca de lo sucedido en el dia 29, que es para el que tengo entrada (¡¡Metallica!!).
Hasta entonces.